La Marcha Fúnebre a la Muerte del General O’Donnell, hoy llamada popularmente La Lagrima en Medina de Rioseco, es como en su propio título reza, una marcha fúnebre. Eso sí, no es una marcha más, y menos en la Ciudad de Los Almirantes. Esta obra se interpreta año tras año a la salida y recogida de los llamados Pasos Grandes (“La Crucifixión” y “El Descendimiento”) con isocrónica majestad en un espacio y tiempo determinados: Medina de Rioseco- Corro de Santa María- Viernes Santo por la tarde. Una pieza que es una especie de distintivo musical que fortifica el sentimiento de pertenencia como cofrade a buena parte de la comunidad de la Semana Santa y no únicamente con la comunidad actual presente, sino que confiere cierta connotación con la identidad grupal de un pasado y que prosigue un fornido vínculo con la identidad grupal venidera.
Esta marcha fúnebre, apenas centenaria, y a la que se la puso letra para ser cantada a principios de siglo, es el emblema de gran parte del pueblo riosecano que siente en esta marcha fúnebre su esencia y condición de pertenencia. Esta marcha fúnebre es propiedad colectiva, producto de una reiteración procesional histórica que, tras la costumbre de asociar tal música a su evento mayor: la salida de los Pasos Grandes, se traduce en la exigencia de la perpetuidad de la misma, de tal modo que la obra parece que en su día se hizo exclusivamente para la salida y/o recogida de estos espectaculares pasos. La Lágrima o Marcha Fúnebre a la Muerte del General O’Donnell, forma ya parte del riosecano en sí y de su tradición más importante, y sin su presencia, la tradición podría perder su esencia como sería el caso de la salida de los Pasos Grandes de Medina de Rioseco.
EL COMPOSITOR
El compositor de esta Marcha Fúnebre a la Muerte del Ilustre General Don Leopoldo O´Donnell es Don Enrique Arbós y Adami, nacido en Santiago de Compostela un 7 de Marzo de 1.835. Hijo de D. Feliz Arbós Moreno y Andrea Adamuz Soto.
A la edad de 17 años ingresó como músico en el Regimiento Iberia Nº 30. Tras una sólida formación adquirida durante varios años en otras bandas musicales militares, consigue ingresar el 13 de Junio de 1.861 como Músico Mayor en la Banda del Regimiento Inmemorial del Rey Nº 1, posiblemente, su máxima aspiración. Permaneció en este cargo más de 23 años hasta que se retiró y participó en diversas campañas militares, por ejemplo, con el Ejército de ocupación en África en 1861 y en la Guerra Carlista durante un largo período de tiempo: desde 1872 hasta 1876. Al igual que O´Donnell, combatió frente a las tropas carlistas. Tras la triunfal entrada de Arbós en Bilbao, recibe una meritoria condecoración (1874) y al poco, contrae matrimonio con Doña Eugenia Lorenza de Orbe y Echevarría, aunque en breve tiempo enviudó.
A lo largo de su carrera militar, Enrique Arbós perteneció a diversos cuerpos; cabe destacar que durante un tiempo vivió cerca de Medina de Rioseco, concretamente, en el Batallón Provincial de Valladolid desde primero de Diciembre de 1859 hasta el uno de Mayo de 1860. Aunque observando su biografía, podemos afirmar que recorrió buena parte de la geografía española hasta su fallecimiento en Madrid en diciembre de 1922.
Considerado de mucha puntualidad, capacidad, buena conducta y valor meritorio, este músico militar logró varias condecoraciones, a saber: La Cruz Roja de Primera Clase del Mérito Militar (obtuvo dos: en Febrero de 1869 y en Agosto de 1874), La Cruz de Primera Clase del Mérito Militar Blanca (Diciembre de 1869), La Medalla Conmemorativa del Cuarto Sitio de Bilbao (Junio de 1874), Dignificación en el Ministerio de Estado para la Cruz de Isabel la Católica (Diciembre de 1875), La Medalla de Alfonso XII (1876) a más de una condecoración en Febrero de 1877 “de la Guerra Civil”.
Volviendo al apartado musical diremos que este compositor fue “autor de numerosas marchas militares que alcanzaron gran popularidad”, además, Arbós acometió otro tipo de géneros musicales; de hecho, se conservan varias piezas más de este músico en la Biblioteca Nacional de Madrid:
– “La Zaragoza” (polka para piano).
– “Himno a S.A.R. el Príncipe de Asturias” (obra para cuatro voces y piano de marcado acento marcial).
– “Cuarto sitio de Bilbao” (himno cantado de evidente carácter castrense).
– “Un recuerdo” (polka-mazurca para piano).
– “Las orillas del Turia” (tanda de valses).
La Unidad de Música del Regimiento Inmemorial del Rey nº 1 en la actualidad
Leopoldo O’donnell y Jorris nació el 12 de enero de 1809 en Santa Cruz de Tenerife en el seno de una familia de militares de origen irlandés. Durante la Primera Guerra Carlista (1833), optó por encuadrarse en el ejército isabelino, a pesar de tener hermanos en el bando absolutista. Casi todos sus grados y títulos los recibió por méritos de guerra: Conde de Lucena; Duque de Tetuán, Vizconde de Aliaga y Grande de España.
Se exilió en 1840 a Francia y a su regreso fue nombrado capitán general de Cuba y senador. Tomó parte del pronunciamiento de Vicálvaro, con el que atrajo a gran parte del Ejército y de la población civil y que dio paso al bienio progresista (1854 – 1856), durante el que compartió el poder con Espartero, jefe del progresismo, con cuyas ideas políticas no coincidía. Creó su propio partido la Unión Liberal y, desde 1856 se alternó con Narváez en la presidencia del gobierno al tiempo que se encargaba del Ministerio de la Guerra.
En su última etapa de gobierno (1865-1866) intentó atraerse a Juan Prim, que conspiraba contra Isabel II, pero no lo consiguió. Las desavenencias con la soberana le llevaron a entregar el gobierno a Narváez y retirarse a Biarritz (Francia), donde falleció el 5 de noviembre de 1867, siendo enterrado en el templo de Santa Bárbara en Madrid el siguiente día 10, bajo la sospecha de que había sido envenenado.
Grabado de Urrabieta titulado “Conducción del cadáver del excelentísimo Sr. D. Leopoldo O’donnell”. A la izquierda del mismo se ve a parte de los músicos del Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey nº 1. Arriba, O’donnell en una litografía de la época.
EL ESTUDIO
Una vez halladas distintas versiones de esta pieza por D. Ángel Gallego y D. Pablo Toribio, se hizo un estudio de las mismas. Entre las conclusiones cabe señalar que la tonalidad se transformó y que diversas armonías fueron modificándose a lo largo del tiempo. La más evidente modificación procede de la última reconstrucción de esta obra realizada en los albores de 1980 donde se omitieron 8 compases.
La inclusión de esta obra en Rioseco, posiblemente se deba a D. Lupicinio Jiménez Camino, en cualquier caso, la tradición ha devenido gracias al interés del propio D. Lupicinio Jiménez, de D. Toribio Magdaleno, de D. Francisco Morros y D. Pablo Magdaleno, respectivamente, por interpretar año tras año la Marcha Fúnebre de O’Donnell a la salida o recogida de los “Pasos Grandes”. La continuación se debe a la banda de Coca, que lleva ya tres décadas interpretando esta obra.
La versión actual es algo distinta a la original, siendo la reconstrucción de la pieza que se hizo en los albores de 1980 por mediación del capitán músico Antonio Gutiérrez Alonso (donde se omitió la parte final) la versión más conocida.
El Teniente-Coronel D. Enrique Damián Blasco, actual Músico Mayor del Regimiento Inmemorial del Rey Nº1, Premio de Honor en Composición, Contrapunto y Fuga (Conservatorio Superior de Madrid), transcriptor y adaptador de música militar antigua para la literatura bandística, músico reconocido en toda Europa y uno de los mejores compositores de marchas fúnebres del panorama nacional, se ha encargado de reconstruir la Marcha Fúnebre al General O’Donnell. Tras un exhaustivo estudio de la pieza y un meritorio y espléndido trabajo, ha conseguido restablecer no sólo los compases finales perdidos hace unos 30 años sino diversos aspectos armónicos, melódicos y cadenciales de toda la obra en general, en base al documento primigenio.
Partitura original, de 1867, descubierta en la Biblioteca Nacional de España | Particella de 1930 descubierta por Pablo Toribio Gil |
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PARTITURAS
CONCIERTO HOMENAJE A LA LÁGRIMA 28 MARZO 2009
El sábado 28 de marzo de 2009 tuvo lugar en la Iglesia de Santiago de Medina de Rioseco un concierto organizado con motivo del descubrimiento, meses antes, de la partitura original de la «Marcha fúnebre a la muerte del General O’Donnell». En el concierto, que supuso todo un acontecimiento, la Unidad de Música del Regimiento Inmemorial del Rey nº1 recuperó para su repertorio la marcha que estrenara en 1867 y que se interpreta a la salida de los titulares de las cofradías organizadoras, los famosos Pasos Grandes conocidos como Longinos y La Escalera.
GALERIA FOTOGRÁFICA DEL CONCIERTO
NOTA.- La mayor parte de los datos de está sección están tomados del estudio «La música en la Semana Santa de Medina de Rioseco» del Profesor asociado de la Universidad de Salamanca en Historia y Ciencias de la Música, pianista y compositor D. Pablo Toribio Gil.