Jesús Álvarez Esteban. Hermano de La Escalera
“Al anotar el nombre de un hermano en el Libro de Difuntos sientes pena, pero su recuerdo será para siempre”
Jesús Álvarez Esteban cumplirá este sábado 6 de febrero sus bodas de oro como hermano de La Escalera. Es uno de los habituales en todos y cada uno de los actos donde la hermandad es protagonista. Secretario durante dos décadas, Jesús –buen eje de La Escalera- tiene una ilusión por encima de todas: ver a sus nietos sacar el paso.
¿Por qué la Escalera?
Mi padre fue hermano del paso. Y aunque yo no pude disfrutar de su compañía en la hermandad, porque falleció siendo yo un niño, siempre pensé que me haría hermano. De hecho, mi madre también me lo recordaba. Finalmente entre en la hermandad un 6 de febrero de 1966. Hace ya medio siglo.
Usted fue durante muchos años secretario de la hermandad ¿Qué recuerda de esos años?
Fui nombrado secretario el 2 de febrero de 1969, en una junta muy conflictiva, ya que presentaron la dimisión todos los hermanos que pertenecían a la directiva. Me propuso el hermano Antonio de Castro. Debido a los problemas surgidos con el escultor Mariano Nieto presenté la dimisión el 5 de febrero de 1989. También he sido Vicepresidente desde el año 1992 al 2003. Recuerdo esos años con mucho cariño. Las juntas particulares las hacíamos muy largas aunque hubiera poco que tratar y siempre hablando del paso y recordando cosas antiguas.
Ha visto evolucionar La Escalera durante muchas décadas. ¿Cómo ha sido?
La evolución de la Hermandad ha sido muy grande. Se ha incrementado el número de hermanos de 50 a casi 250, sin contar con el gran número de hermanas también. Se ha restaurado el Paso varias veces, se hizo la talla de la Virgen y se hacen actos muy emotivos como las Jornadas de Hermandad o la colocación del Santo Sudario, entre otros.
había mucho respeto, también se bromeaba mucho, y todo quedaba ahí
Háblenos de aquellas juntas de hermandad y de aquellas cenas
Las Juntas Generales eran más amenas que las de ahora y lo mismo pasaba en las cenas porque aunque había mucho respeto, también se bromeaba mucho, y todo quedaba ahí, en bromas, aceptándolas de buen gusto.
¿Cómo vivió el día en que sirvió el paso?
Fui mayordomo en el año 1996. Viví ese día con mucha alegría y mucha emoción al igual que toda mi familia. Tuve la suerte de que mi madre vivía y la verdad es que disfrutamos mucho. También me hicieron un vídeo muy extenso que recoge desde el primer hermano que vino hasta que nos fuimos para la procesión.
Cuando uno se ‘jubila’ y ya no saca el paso ¿qué le queda?
A un Hermano jubilado como es mi caso, lo que quiero es tener la misma fe que cuando era joven y seguir asistiendo a todos los actos con mucha ilusión para disfrutar de la Hermandad.
Tener a los nietos en la Hermandad es lo más que puedo pedir a Dios
Tiene a sus nietos en la Escalera, ¿qué supone para usted?
Tener a los nietos en la Hermandad es lo más que puedo pedir a Dios y que tengan la misma ilusión que yo he tenido y tengo.
Es el autor del libro de difuntos que procesiona encima del paso cada Viernes Santo. Cómo surgió la idea.
El libro de difuntos fue idea de la Junta Directiva que organizaron los actos del 350 aniversario. Me propusieron su realización y acepté gustoso.
¿Cómo fue su elaboración?
La elaboración del libro fue costosa ya que los libros están bastante deteriorados, pues hasta el año 1937 no hay libro oficial de listas de Hermanos y tuve que localizarles por las ayudas que daba la Hermandad a las viudas.
¿Qué siente cuando tiene que añadir a esta larga lista algún nombre de hermanos de La Escalera?
El añadir un Hermano al libro de difuntos me causa bastante pena, pues pienso que ya no está entre nosotros, aunque al figurar en el libro, el recuerdo va a estar para siempre.
¿Cómo vivió el 350 aniversario de La Escalera?
Los actos del 350 aniversario los viví con mucha intensidad pues asistí a todos ellos y traté de colaborar en todo lo que se me pidió.
Jesús en una retrospectiva y el año que sirvio el Paso, con Pedro Cuenca
A sangría: Años en la hermandad: 50 años en Candelas del 2016 Un recuerdo: La primera vez que me puse la túnica con el recuerdo de mi padre Una ilusión: No perder la ilusión de seguir asistiendo a los actos de la Hermandad Un puesto cuando sacaba el paso: El eje Un momento en la procesión: En la Capilla, cuando el Hermano cadena manda rezar una oración. Un hermano: Pedro Cuenca Fernández Una costumbre: Al ponerme la túnica el Viernes Santo en mi casa o en la de mis hijas dar un beso a toda mi familia. Un deseo: Que Dios me de salud para poder ver a mis nietos sacar el Paso. La Escalera en una palabra: Tradición, religiosidad y sentimientos.
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