En el Corro, entre su gente
Se ha cumplido otro Viernes Santo el momento, casi el milagro, de la salida de La Escalera de su Capilla. El Paso ya está en el Corro de nuevo, rodeado de su gente, de sus hermanos, de sus devotos, de riosecanos que le admiran un año más y de foráneos que aún no salen de su asombro por lo que sus ojos acaban de contemplar.
El monumental conjunto reposa en esa primera parada que sirve para el descanso de los veinte afortunados que han tenido la dicha de sacar el Paso. De esos hermanos que, tras el esfuerzo, reciben el abrazo emocionado y la enhorabuena por el trabajo bien hecho. Reconocer a alguno de ellos (Roberto Martín en el contrapalote de la Virgen, Chema Martínez tras él, el llorado Teodoro Álvarez en el encerrado de San Juan, Rafael Pérez en el contrapalote…) nos indica la fecha de la fotografía: 9 de abril de 1993.
Las dos décadas transcurridas hacen que encontremos diferencias con la actualidad: algún pequeño cambio en el Paso -tablero, faroles…-, edificios ya desaparecidos entre el caserío, las vallas de obra limitando el espacio o la ausencia de las gradas que ahora se instalan. Pero el momento no varía, se repite año tras año. La Escalera acaba de salir y ya está en el Corro, entre su gente.